DOMA CLÁSICA

La doma clásica paso a paso.

DOMA VAQUERA.

Doma vaquera paso a paso.

jueves, 10 de diciembre de 2015

Final Liga Andaluza CCE y CNC 0* y Promoción.



miércoles, 1 de julio de 2015

Examen Galopes Club Hípico Hípalis

El próximo jueves 02-07-15 a las 18:00 horas realizaran en las instalaciones del Club Hípico Híspalis exámenes de galopes desde el nivel 1 al 7 en las disciplinas de Doma, Salto, Completo y Enganche.



miércoles, 25 de febrero de 2015

La Media Vuelta

La media vuelta vaquera.
Media vuelta del binomio David Loma Blanco y Húngaro

La media vuelta es un ejercicio característico de la doma vaquera. Comparto la opinión que es uno de los ejercicios más difíciles de realizar correctamente.

Se trata de realizar un cambio de sentido, giro de 180º, el cual el caballo tiene que reunirse, bajando sus caderas, levantar el tercio anterior y girar, cayendo con la mano por delante y terminando  con el mismo paso que llevaba.

Esta se puede realizar tanto al paso como al galope. Para conseguir una buena media vuelta, lo primero es hacer la gimnasia necesaria para cuando le pidamos la media vuelta el caballo pueda realizarla con prontitud, impulsión y reunión, sin olvidarnos del equilibrio. Una ves que tengamos el caballo preparado físicamente procederemos a preparar el ejercicio y pedirle media vuelta. Las primeras veces nos conformaremos un la intención y un pequeño giro sin llegar a los 180º, y conforme el caballo valla entendiendo lo que queremos pedirle pues iremos exigiéndole un poco más hasta que nos de la media vuelta entera. Siempre que realice la media vuelta al nivel que este lo pararemos para recompensarlo, para que entienda lo que le pedimos. Al pararlo además de poner énfasis en que lo ha hecho bien con un momento de relajación evitaremos que se retrote a la salida debido a la gran impulsión aplicada. Es un ejercicio donde el caballo tiene que demostrar la fuerza que posee en posteriores, para poder girar media vuelta sobre ellos, metiendo sus posteriores bien abajo.

Fallos de las medias vuelta:
Uno de los fallos muy vistos es en el que el caballo en la media vuelta retrasa el posterior interior, aliviándose.
Otro fallo común es la excesiva elevación del caballo, lo que es provocado por una falta de reunión.

miércoles, 18 de febrero de 2015

Concurso de trabajo y manejo de ganado, 30 de Mayo en Alcalá de los Gazules

Primer concurso de trabajo y manejo de ganado, 30 de Mayo en Alcalá de los Gazules.


martes, 17 de febrero de 2015

Traje de faenas camperas.

Vestimenta Vaquera de faenas de campo.


Este traje guarda muchas similitudes con el de caireles, con varias diferencias, por lo que nos centraremos sobre todo en esas diferencias, recordando los mandamientos de Sobriedad y Practicidad en el vestir vaquero.

El traje con zahones se suele llevar en eventos más campestres, como pueden ser las faenas bravas o en los concursos de acoso y derribo u otra competición o evento que se realice a campo abierto. Por tanto, también es adecuado para las romerías, e incluso no desentonaría en concursos de menor nivel. No es adecuado para una final de un campeonato o concursos de cierta importancia, pues en éstos debemos salir con las mejores galas, y el traje de zahones no está confeccionado para ello.

Los pantalones que debemos llevar cuando vestimos de esta forma son los de media vuelta. En su parte inferior, al contrario que le pantalón de caireles, no lleva una abertura, sino que llevará un doblez en su extremo inferior dejando al descubierto su forro blanco, el cual quedará más o menos a la altura del gemelo, sin dejar éste descubierto una vez montados. No valen los pantalones tan largos que arrastren o que queden a la altura del tobillo. Deben ser pantalones más cortos, y además que queden bien ajustados, sin apretar, al cuerpo del jinete, con el objetivo de evitar pliegues antiestéticos o incómodos. Este pantalón no combina con polainas nunca, sino que va con botas altas de campo. No sirven las que están de moda ahora, que son de polo o doma. Serán las botas camperas de siempre las que van con este traje.

Y con él llevaremos además los zahones, los cuales van amarrados en la cintura y en las piernas (nunca sueltos). Los extremos usados para amarrar los zahones a la cintura esconderán el nudo bajo la pieza que lleva el zahón a la altura del ombligo, donde usualmente se graban las iniciales de su propietario, y el sobrante de estos extremos caerá a ambos lados con la misma longitud, cada uno partiendo de la cadera correspondiente. Así mismo, los zahones no deben ser tan largos que arrastren, sino que deberán tener una longitud que llegue a cuatro dedos sobre el empeine, más o menos. Es una pena ver que una pieza tan cara y elaborada arrastre por el suelo perdiendo su belleza y acortando su vida útil.

Volviendo al pantalón, éste va sujeto también con los tirantes, y el pañuelo ira amarrado por encima de donde va amarrado el zahón, también quedando su extremo anterior oculto bajo la pieza que lleva el zahón en su parte delantera. Esta pieza tapará el nudo y los extremos sobrantes del pañuelo. Recordemos que los colores del pañuelo deben ser sobrios, quedando muy bonito para el traje de zahones el pañuelo tradicionalmente rociero, a cuadros pequeños y de color blanco y negro.

La camisa, como ya indicamos y aquí no cambia, va abrochada por completo y siempre de color blanca, sin chorreras ni encajes, ni bolsillos. Si con el traje de caireles se puede permitir llevar camisa de gemelos, no sería apropiado aquí, pues este traje es más campero y el campo no es lugar para esos lujos.

Sobre la camisa llevaremos el chalequillo y la guayabera (aquí no vale la chaquetilla nunca), que irán en el mismo color y combinando con el pantalón, que podrá ir en el mismo color u otro distinto que conjunte. El chalequillo llevará los cinco botones abrochados, mientras que la guayabera sólo el primero de ellos. No queda mal el uso del reloj de bolsillo con este traje (en el bolsillo izquierdo del chalequillo y con su enganche en el botón central del mismo), pero no es del todo adecuado por el mismo motivo de los gemelos (mucho lujo para el campo). Lo que no llevaremos nunca es un reloj de pulsera o cualquier otro complemento (anillos, pulseras, pendientes, etc.)

O bien llevamos el reloj de bolsillo (no del todo correcto aunque permitido por ser de uso práctico y no poderse llevar otro tipo de reloj) o no llevaremos ninguno. Sí llevaremos el pañuelo blanco en el bolsillo derecho de la guayabera sobresaliendo un pequeño pliegue, para limpiarnos el polvo o el sudor.

Sobre la cabeza el sombrero, sencillo, sobrio y elegante. Sobre la ceja derecha los hombres y sobre la izquierda las mujeres. Y con su barbuquejo escondido bajo la copa o, si es necesario usarlo, en la barbilla.

Este traje se complementa con las espuelas, siempre pavonadas en negro, y sus correas avellana. Con el otro traje existía la discusión del color de las correas, cosa que no ocurre aquí, pues acertada o equivocadamente (repasen las teorías sobre las correas de espuelas que explicamos en la otra entrada) se dice que con los zahones van las correas avellanas. Desde luego son de mejor calidad y más sobrias.

Como curiosidad del mundo vaquero, me gustaría comentar que en Huelva, en la salida de la Hermandad de Ntra. Sra. de El Rocío de Huelva, la mayoría de los jinetes llevan el traje de zahones, con pantalón gris de rayas, guayabera blanca y sombrero gris. Es como si quisieran llegar puros a ver a la Señora, y llevan le color de la pureza, en el traje típico campero, con los zahones bien colocados. Además, en este traje no suelen llevar chalequillo, pues se suele decir que la guayabera blanca es la única que va sin chalequillo. Por supuesto el pañuelo con esta vestimenta de los jinetes onubenses es el pañuelo rociero del que hemos hablado.

viernes, 13 de febrero de 2015

La parada y parada a raya

La parada 

La parada no es más que una posición estática en la que no existe movimiento alguno, teniendo el caballo los posteriores y los anteriores bien cuadrados.
A la parada se puede llegar desde cualquier aire, ya sea paso, trote o galope tras recibir el caballo las ayudas de su jinete para ello. Cuando se llega a la parada el caballo debe permanecer inmovil, derecho y cuadrado, que no es más que tener el peso repartido entre sus cuatro extremidades por igual.
Al igual que en el ejercicio de paso atrás, el cuello del animal debe quedar sostenido y con la nuca bien alta, en señal de que el trabajo no ha finalizado. En la parada es importante mantener un ligero contacto con la boca del caballo como único hilo conductor entre ambos y que indica la impulsión y la franqueza. La sensación que al jinete debe darle la transición a la parada y la partida de esta a cualquiera de los aires es de estar sentado en un colchón en el que cualquier movimiento es amortiguado correctamente. Por ello, la elasticidad y la sumisión en el caballo vaquero son vitales.
En general, los ejercicios que se realizan al paso vaquero, los círculos, los apoyos, los pasos de costado, las piruetas directas e inversas, el paso atrás y las medias vueltas, podrán tener mayor o menor calidad, pero si no se hacen conforme a los principios básicos de la Doma Vaquera, dominando y mandando en el caballo, con regularidad y ritmo, demostrando la sumisión de este, con espontaneidad y sin monotonía, difícilmente podrán ser catalogados como genuinos de esta disciplina.

Dentro de la doma vaquera existe la parada a raya, que es simplemente un parada desde un arreón hacia la inmovilidad de la parada. Este es un ejercicio de especial sometimiento del caballo, donde un caballo que no este bien confirmado puede defenderse protestando de la boca. Esta parada a raya debe ser ligera, remetiendo sus posteriores debajo de la masa, bajando la grupa y terminando derecho e inmovil como si nada hubiera pasado, listo para responder correctamente a cualquier ayuda de su jinete.